Adivinanza:
Es esa palabra mágica que alivia nuestro corazón, nos quita las penas y nos llena de emoción.
Es fácil de decir y sencillo el cumplir.
Alivia, enriquece y descarga
Esta palabra es:
¡PERDÓN!
Más lo importante, no es solo que nos perdonen, porque a veces ni se lo decimos a la persona, lo interesante es que cuando lo hagamos salga de lo más profundo de nuestro corazón, que sea sincero.
Y algo que he descubierto es que duelen ciertas situaciones y en algún momento sentimos o sentiremos dolor por el daño que hemos hecho y pensando en esto....
Yo me digo:
Primero me voy a PERDONAR por todo lo que yo he hecho, lo principal es perdonarme a mí misma.
Hay situaciones de las que me tengo que responsabilizar y que las puedo mejorar.
Voy a PERDONARME y después...
...Voy a PERDONAR.
- Voy a concederme el PERDÓN, con sensación de bienestar.
- Voy a continuar dándome AMOR, porque cuando yo estoy bien, mi entorno mejora.
- Y al concederme el Perdón, AHORA estoy dispuesta a PERDONAR.
Seguid dando AMOR, concederos el PERDÓN y ahora sí..
Perdonad desde el amor y vuestro ánimo, fortaleza y salud mejoraran.
Es una receta mágica para comenzar el día a día.
Y ya habéis descubierto el ingrediente principal.
Familia, lugar de perdón:
No hay familia perfecta. No tenemos padres perfectos, no somos perfectos, no nos casamos con una persona perfecta, ni tenemos hijos perfectos. Tenemos quejas de los demás. Decepcionamos unos a otros. Por eso, no hay matrimonio sano ni familia sana, sin el ejercicio del perdón.
El perdón es vital para nuestra salud emocional y la supervivencia espiritual. Sin perdón la familia se convierte en una arena de conflictos y un reducto de penas.
Sin perdón la familia se enferma. El perdón es la asepsia del alma, la limpieza de la mente y la alforria del corazón. Quien no perdona no tiene paz en el alma ni comunión con Dios.
La pena es un veneno que intoxica y mata. Guardar el dolor en el corazón es un gesto autodestructivo. Es autofagia. El que no perdona se enferma física, emocional y espiritualmente.
Y por eso la familia necesita ser lugar de vida y no de muerte; El territorio de cura y no de enfermedad. El escenario de perdón y no la culpa. El perdón trae alegría donde la pena produjo tristeza; en la que el dolor causó la enfermedad.
Papa Francisco
Todo lo que ves a tu alrededor es una proyección de los datos que tienes en tu subconsciente, es decir, lo que hay ahí fuera, es lo que tienes tú en tu subconsciente.
Y para sanar tu subconscientes tienes que perdonarte y amarte a ti mismo.
Perdonar es entender que una persona se puede equivocar.
Perdonar no es olvidar, es recordar sin dolor.
Perdonar nos ayuda a crecer.
¡Perdón por los textos que haya incluido en mi blog y haya omitido el autor!
¡Perdón por las palabras que haya verbalizado y no agradado!
¡Perdón por las situaciones en las que haya sido poco grata!
¡Perdón a aquellas personas que haya podido incomodar!
Mi intención es COLABORAR y COMPARTIR.
Gracias a los que estáis en mi camino.
GRACIAS
GRACIAS
GRACIAS