REIKI: diciembre 2019

El espíritu de la Navidad se cuela en tu hogar.


APRECIAR Y AGRADECER

El árbol que comprendió

Cuentan, que había una vez un árbol...

Que tenía la extraña peculiaridad de que cada vez que le brotaba una hoja verde y llena de vida:

Al mismo tiempo y en dirección opuesta le brotaba otra negra y sin fuerza.

Y así crecía muy lento, gastaba demasiada energía rechazando sus hojas negras.

En los arboles vecinos no se apreciaban hojas negras y se lamentaba por ser tan diferente.

Siempre tenía la esperanza de que un día empezaran a caerse las hojas negras y ese era su único deseo.

¡Pero la vida le concedió la comprensión de que las hojas negras nunca se caerían!

Al principio creyó morir y sufrió como nunca. Este sufrimiento le hizo darse cuenta de que:

TIENE MAS SENTIDO INTENTAR ACEPTAR QUE INTENTAR COMPRENDER.

Y eligió cambiar, decidió relacionarse con todas sus hojas de otra forma.

Al fin y al cabo, las hojas verdes que tenía, ahora se daba cuenta, eran preciosas y cuanto más apreciaba y agradecía a las hojas verdes, más crecían y más vigorosas se ponían y a su lado, como siempre, otra hoja negra, y estas ya no le molestaban demasiado.

Y así empezó a crecer como nunca, parecía que más que el sol y el agua, era su apreciación lo que lo hacía crecer.

Y empezó a echar ramas enormes que se abrían al cielo y que se llenaban de más y más hojas verdes y negras.

El árbol estaba que se salía de su copa, amaba tanto a sus hojas verdes y había conseguido aceptar tanto a sus hojas negras, que creció como ninguno. 

Y ya centenario y sabiendo que la vida ya no le regalaría muchas más hojas ni tiempo, tomó otra gran decisión; de alguna forma había empezado a tomarle cariño a sus hojas negras y decidió INTENTAR AMARLAS.

No sabía cómo empezar, nunca se había fijado en ellas, nunca las había mirado de verdad como a las verdes 

Pero se había propuesto amarse completamente tal y como era y miró como nunca antes lo había hecho.

Y entonces se dió cuenta que:

 ¡¡NO TENÍA HOJAS NEGRAS!!

Y que lo que parecían hojas negras no era otra cosa que la sombra de las verdes.

Fue entonces cuando descubrió que no solo necesitaba las hojas para sobrevivir, sino su sombra que refrescaba las ramas y el tronco.

Y su amor y agradecimiento por tanta comprensión fue tan grande que ahora podía comprender más.

Comprendió que necesitó creer en hojas negras para aprender a aceptar lo que no podía comprender. 

Y amó como nunca antes lo había hecho, a sus hojas verdes, a las negras, a la sombra y a la luz. 

A todas las realidades presentes y a sus ilusiones pasadas.

Y la fuerza de ese amor


obró el milagro.


Cada hoja negra que antaño rechazaba, ahora se transformaba en esferas de colores y las sombras, en luces de comprensión y brillo.

Y así permanece desde entonces.

Lleno de hojas, de luz y colores y con la estrella de la comprensión en su copa como una eterna sonrisa.

Cuentan que...

Cada año por Navidad, el espíritu del árbol se cuela en tu hogar:


Para darte de nuevo la oportunidad de elegir, de agradecer lo que aprecias, de aceptar lo que rechazas. 

Y quien sabe si, como aquel árbol, llegar a transformarte para siempre en luz y colores.

Si no entiendes, aprende a cargarte de esperanza y comprensión y elige cambiar.

Te dejo que encuentres tu propia moraleja.


Mi aprecio y agradecimiento a los que me seguís y a los que os vais incorporando. 

Recibe un gran abrazo de luz e ilusión para el nuevo año. 


Paqui Funes 
678  016 739

Navidad. Reflexión especial

Feliz Navidad


Cada vez que dos personas se entienden y se perdonan, es Navidad.

Cada vez que usted muestra paciencia con quien convive, es Navidad.

Cada vez que usted ayuda a una persona, es Navidad.

Cada vez que alguien decide ser honesto en todo lo que hace, es Navidad.

Cada vez que nace un niño, es Navidad.

Cada vez que se respeta y se auxilia a un anciano, es Navidad.

Cada vez que dos personas se aman con un amor  limpio, profundo y sincero, es Navidad.

Cada vez que usted mira a alguien con los ojos del corazón, sin juicios o críticas, es Navidad.

Cada vez que alguien socorre y devuelve dignidad a un animalito, es Navidad.

Cada vez que vas a dividir el pan de tu mesa, es Navidad.

Cada vez que se demuestra amor al prójimo, es Navidad.

Cada vez que usted hace una reforma íntima y busca dar contenido nuevo a su vida, es Navidad.

PORQUE NAVIDAD es 
Amor cada día.

Paz todos los días.

Caridad todos los días.

Justicia todos los días.

Comprensión todos los días.

Respeto todos los días.

Autoamor todos los días.

Acción positiva todos los días.

Amor a la vida, todo el día .....

... y es a partir de esas actitudes que

nace la Esperanza
nace la Alegría
nace la paz ....

¡Nunca será una verdadera Navidad mientras conmemoramos sólo una noche con amor y olvidarnos y no respetar el resto del año!

La vida es como un viaje en tren

Entonces hagamos una reflexión:

Y cuidemos los pensamientos, las palabras, las emociones y las acciones para que nuestra vida sea una constante Navidad.